Qué Comen en Francia

En la ciudad de Grenoble en Francia, es tradición comer platillos gratinados durante el invierno. Popularmente este plato se prepara con patatas que se cortan en rodajas delgadas, y se dejan reposar en una deliciosa mezcla de leche, crema y nuez moscada. Aunque originalmente no lleva queso, algunos restaurantes no dudan en añadirlo y, por supuesto, funciona muy bien. Es habitual comer este platillo en los hogares de Francia, y nos atrevemos a decir que cada familia tiene su propia receta.

La receta de la sopa de cebolla francesa ha recorrido el mundo y se ha convertido en un plato tan popular precisamente porque la cebolla en Francia es muy barata, pero eso no le resta nada en sabor, únicamente significa que se consume con frecuencia. Se creó una versión más reciente de esta receta en el siglo XVII, donde se añaden las cebollas al caldo de carne o verduras y picatostes.

El término "Souffle" significa "inflar" o "respirar" en francés. Este delicioso postre se prepara con chocolate o bayas desde el siglo XVIII. Su receta indica que se deben batir las yemas con proteínas y luego hornear el plato. El soufflé es tan versátil que admite recetas dulces o saladas a partir de verduras y lácteos.

Este nombre es muy popular, aun fuera de Francia. Se recibe como un invitado de honor en la cena navideña o cualquier celebración de la nación. El Foie Gras se prepara con hígado de pato o ganso, que actualmente es muy producido en el país.

En Bretaña se comen tradicionalmente los crepés elaborados con harina de trigo serraceno. Pueden rellenarse con jamón o queso, pero cada restaurante tiene su propia receta para el relleno de estos crepés.

Hay gran riqueza gastronómica al suroeste de Francia. En la región Vasca se crían aves de corral en abundancia y es por esa razón que muchos de sus platillos tienen como ingrediente principal el pato o el pollo. Entre las recetas más populares se encuentra el pollo vasco, que se prepara en forma de guisado en el cual se añaden tomates, pimientos y setas, aromatizado con especias.

No podemos dejar de mencionar este plato tradicional de Provenza en nuestra lista de las mejores recetas de Francia, porque incluso ha servido de inspiración para una película que lleva su nombre. Se prepara combinando rodajas de pimientos, berenjenas y calabacines. La primera versión de esta receta fue publicada en un libro que data de 1778, pero aún no existe un consenso sobre una única forma de preparar este platillo en la gastronomía francesa.

También originaria de Provenza, es ideal como guarnición o acompañante. Aunque hay variedad en su receta, la forma original de prepararla incluye huevos hervidos, anchoas, judías verdes, tomates y atún; las variedades de esta receta son múltiples, pero lo único que no puede faltar en toda esta combinación son las anchoas, esa es la firma de una verdadera ensalada nicoise.

Figura entre los mejores platos de Francia y puede prepararse con pato o también sustituir este ingrediente por pollo. El truco que esconde su inigualable sabor está en la sazón y para conseguir que la carne adquiera ese sabor debe permanecer por 36 horas reposando en una mezcla de ajo, sal y tomillo. Se cocina a fuego lento y se acompaña con patatas.

¿Quién no conoce el croissant?, un delicioso pastel de textura crujiente que puede rellenarse con ingredientes dulces o salados. Tiene su origen en Francia, por supuesto, y aquí se consume tibio como el desayuno cotidiano, acompañado de un café.

A los franceses les gusta comer muslos de rana que se crían específicamente con esta finalidad, eso les ha hecho portadores de un apodo en el resto del mundo como "ancas de rana". Lo cierto es que la carne de estas especies es tan tierna como el pollo, con el beneficio adicional de tener muy pocas calorías y muchos nutrientes esenciales. En Francia se adquieren las ancas de rana enhebradas y por docenas, luego se fríen directamente o con una cubierta de pan rallado.

Es tradicional de la comida navideña incluir caracoles de uva o "escargot". Este platillo lleva consigo una mística tradición asociado a su consumo, pues dicen que estos caracoles de Borgoña preparados en escabeche y aromatizados con especias pueden darte una "vida hermosa".

Se recomienda ingerirlos o congelarlos en el mes de noviembre, para que alcancen a aumentar su tamaño. Después de estas fechas ellos hibernan y se mantienen dormidos hasta abril, cuando despiertan para volver a engordar. Los ejemplares más oscuros y de pequeño tamaño se utilizan para salsas.

A este postre tradicional de la gastronomía francesa se le puede conseguir como "tarta tatin" o "pastel invertido". Aunque puede variar en su apariencia, la mayoría concuerda en decir que se trata de una versión innovadora de la clásica tarta de manzana. Para prepararlo, se cocinan las manzanas con caramelo hasta dorarse y luego se ubican en el molde cubriendo todo el fondo, es entonces cuando se añade la masa que completa su forma característica.